BITÁCORA DE LAS CLASES EN LÍNEA
Al principio de las clases en línea solo pensábamos que serían dos semanas y al ver que sería más tiempo el proceso de adaptación fue mayor. Tanto mis maestros como compañeros no teníamos ni idea de qué hacer y todo el primer semestre fue prueba y error de lo que serían los dos siguientes semestres de preparatoria.
Cuando entre al último año de preparatoria ya todo parecía más fácil, ya que habían pasado algunos meses con respecto al semestre anterior, algunos maestros nos daban clase por videollamada otros no, con algunos usábamos meet con otros zoom, classroom, Whatsapp, cada maestro era diferente.
Durante este tiempo perdí todo la rutina que tenía antes de la pandemia, mis hora de sueño cambiaron muchísimo (todavía no me ajusto), hay cosas que dejé de hacer y otras que hago con más frecuencia por el tiempo que tengo por no tener que estar trasladándome a otro lugar.
Esto me sirvió para aprender a usar distintas plataformas educativas, aplicaciones para videollamadas y distintos métodos de aprendizaje, ayudándome a sentirme más cómoda con ellas.
El proceso de inscripción a la universidad junto con el examen se me hizo complicado porque era algo que nunca había hecho pero también me gustó porque nos mostraron una nueva forma de hacer las cosas y desde la seguridad de nuestra casa.
El inicio a la universidad fue un proceso más fácil en cuestión de que ya sabíamos más o menos la forma de trabajar en línea y el proceso de aprendizaje ha seguido tanto en nuestras materias como en el uso de las TIC.
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